El 6 de agosto se le concedió la libertad al ex jefe de la Alcaidía, imputado por delitos de cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Jueza de Segunda Instancia apeló la resolución y lo mandó a la cárcel por 90 días.

Al comisario José Budiño, ex jefe de la Alcaidía Mayor de la Unidad Regional XVII, se le dictó la prisión preventiva por 90 días. Hoy en Tribunales de San Lorenzo se realizó la audiencia de Cámara en relación a la apelación de la libertad otorgada en primera instancia al policía imputado por los delitos de cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso real y en calidad de autor como consumado y en calidad de autor material.

La audiencia fue solicitada por la Fiscalía para apelar lo dictado por la jueza de Primera Instancia, Griselda Strólogo, el pasado 6 de agosto, día en que se formalizó la audiencia imputativa y se le dio la libertad a Budiño. La magistrada de Segunda Instancia Gabriela Sanso revocó la libertad dictada en la primera audiencia, dictando la prisión preventiva efectiva para el ex jefe de la Alcaidía Mayor por el plazo de 90 días.

El fiscal sanlorencino Aquiles Balbis había imputado hechos ocurridos en fecha indeterminada, pero previos al 8 de abril de 2019, cuando en carácter de funcionario público el jefe a cargo de la Alcaidía Mayor de San Lorenzo recibió sumas de dinero destinadas a su favor como contraprestación de beneficios que Budiño le otorgaba a internos alojados en dicha dependencia de la Unidad Regional XVII.

Asimismo se le atribuye haber permitido el acceso y la permanencia de elementos prohibidos en poder de los internos alojados, constituyendo un peligro para la seguridad de la Alcaidía, de los agentes y de los propios internos.

Por último se le imputa el hecho ocurrido el 2 de agosto, fecha en la que se le atribuye haber permitido el ingreso a la Alcaidía Mayor de las hermanas Daiana y Ayelén G. cuyo traslado había sido ordenado por parte del Ministerio Público de la Acusación hacia la nueva Alcaidía de Rosario, hecho que impidió imponiéndose por sobre el personal subalterno encargado de dicho traslado.