Este mediodía a las 13.30, los jueces Gustavo Salvador, Javier Beltramone y Carolina Hernández darán a conocer la resolución. En el juicio, los nueve acusados fueron absueltos por la desaparición seguida de muerte de la sanlorencina.

Este jueves a las 13.30 h, los jueces Gustavo Salvador, Javier Beltramone y Carolina Hernández darán a conocer en los Tribunales Provinciales el veredicto de la apelación a la absolución de los nueve acusados por la desaparición seguida de muerte de la sanlorencina Paula Perassi.

En las audiencias de apelación que se desarrollaron entre el martes 8 y el viernes 11 de octubre, la fiscal María Eugenia Iribarren apuntó los cañones contra la evaluación que hizo el tribunal de primera instancia del material probatorio producido en el juicio que se llevó adelante entre abril y mayo en el Centro de Justicia Penal.

La fiscal Iribarren dijo que los jueces no evaluaron la prueba indiciaria en forma integral, se quejó de la falta de perspectiva de género con la que se trató el caso y señaló que a Paula no le creyeron cuando se encontraba vulnerable y fue víctima de violencia de género. Cuestionó que no se diera una respuesta a la desaparición de Perassi y que no se alentara ninguna otra hipótesis diferente a la planteada por la acusación.

Los nueve acusados: Gabriel Strumia -con quién Paula mantenía una relación extramatrimonial-, su esposa Roxana Michl, el chofer Antonio Díaz y la partera Mirta Rusñisky fueron absueltos del delito de aborto sin consentimiento seguido de muerte y privación ilegítima de la libertad agravada, en un juicio que finalizó en mayo pasado y que estuvo integrado por las magistradas Griselda Strólogo y Mariel Minetti junto al juez Álvaro Campos.

La misma suerte corrió la pata policial acusada en el caso: Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María Galtelli, y los dos ex jefes de la fuerza Jorge Krenz y Adolfo Daniel Puyol, quienes se sentaron en el banquillo de los acusados sindicados por los delitos de encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario, algunos de ellos también por sustracción, destrucción de pruebas y falsedad ideológica de instrumento público.

Iribarren dijo que a partir del 17 de septiembre de 2011, cuando desapareció la sanlorencina, el tribunal dejó de creerle a Paula Perassi, por lo que sin lugar a dudas no tuvo perspectiva de género. A su criterio, tampoco se valoró que se trataba del caso de un crimen sin cuerpo, lo que le impondría al tribunal tener una mirada diferente y valorar en su análisis el esfuerzo que hicieron para eliminar todos los vestigios del crimen por el que estaban siendo juzgados los imputados.