Este miércoles en Capitán Bermúdez, familiares, amigos y vecinos se movilizaron por la muerte del joven de 23 años ultimado de un tiro en la cabeza. Un jefe policial de la UR XVII permanece detenido en la causa.

Familiares, amigos y vecinos de Capitán Bermúdez marcharon este miércoles para pedir justicia por Juan Cruz Vitali, el joven de 23 años ultimado de un tiro en la cabeza el pasado domingo 12 de mayo, en un caso por el que permanece detenido y con prisión preventiva el jefe policial de la agrupación Cuerpos de la Unidad Regional XVII, Sergio Di Franco.

Los manifestantes se convocaron en Avenida San Lorenzo y La Pampa, enfrente de un reconocido boliche bailable de Capitán Bermúdez, a pocas cuadras de donde comenzó la persecución policial luego de que Juan Cruz -al volante de un Volkswagen Fox- esquivara un control de seguridad vial. La marcha culminó en la histórica estación de trenes de la localidad.

«Agradecemos a toda la gente que se sumó a la marcha y nos acompaña en el dolor. Como familia estamos condenados al sufrimiento y pedimos una condena ejemplar para el asesino y para los cómplices. Nosotros ya tenemos cadena perpetua hasta que nos encontremos nuevamente con Juan Cruz», expresó María Fernanda Morell, tía de la víctima.

«Queremos policías capacitados y responsables. Que dejen de matar pibes inocentes. Basta de gatillo fácil», añadió la tía de Vitali. «Seguiremos en la calle, marchando y pidiendo justicia. Es la forma adecuada de reclamar. Pedimos pena máxima para el acusado y aquellos que fueron cómplices de la muerte de mi hermano», manifestó Ezequiel Díaz, hermano de Juan Cruz.

Dos días después del crimen de Juan Cruz, el juez Juan José Tutau aceptó la calificación solicitada por la fiscal Melisa Serena y le dictó prisión preventiva por 60 días al jefe de la división Cuerpos de la UR XVII.

El martes 10 de julio se cumplirá dicho plazo para Sergio Di Franco, acusado de la muerte de Vitali. Ese mismo día se celebrará una nueva audiencia en los Tribunales de San Lorenzo. «Mientras tanto seguiremos marchando con respeto, a pesar de que a mi sobrino lo mataron como a un perro», lamentó María Fernanda.

En la puerta de la casa de su abuelo, tras la persecución policial, Juan Cruz fue víctima de un disparo con orificio de entrada y salida en el cráneo. En la vivienda de Montevideo al 400 y en el vehículo también se hallaron al menos otros seis tiros.