La pyme radicada desde hace casi 15 años en la ciudad de San Lorenzo implementó una herramienta para optimizar la comunicación con sus clientes. Martín Maggiori, socio gerente, explicó beneficios de la app.

La Barquita, una pyme dedicada a los servicios portuarios radicada desde hace casi 15 años en el extremo noreste de la ciudad de San Lorenzo, a orillas del arroyo que lleva el nombre de dicha localidad santafesina, tuvo el privilegio de convertirse en la primera empresa del rubro en implementar una aplicación móvil al servicio de sus clientes. “La idea se me ocurrió cuando iba a pedir comida a través de una app famosa. Entonces me pregunté: ¿Por qué mis clientes que exceden a la Argentina no pueden solicitarme directamente un servicio? Contratamos a una empresa llamada Kodear y cuando se lo propuse a sus desarrolladores tecnológicos, me preguntaron cómo se me había ocurrido”, manifestó Martín Maggiori, socio gerente de La Barquita.

“Se nos ocurrió que podíamos ser la primera empresa cuyos clientes podían solicitar servicios a través de una aplicación móvil”, añadió Maggiori. “Una app es rara en el rubro, pero así y todo genera muchos beneficios. Al usuario le deja un registro automático de todos los pedidos hechos y finalizados. O rechazados y desestimados”, señaló el empresario.

Dicha aplicación mejoró la atención para los clientes de La Barquita. “De hecho cuando piden un servicio en un día y hora determinados, si se juntan tres pedidos, rebota en el sistema. O sea, existe una sobredemanda. Una vez que la aplicación autoriza los horarios, nos llega un aviso de que podemos aceptar el servicio. Contestamos y esa respuesta le llegara al usuario. Y luego la gente de la embarcación, del muelle o del amarradero, mandan desde la aplicación que el servicio ha concluido. Esa información también le llega al usuario. De esa manera logramos corroborar todas las operaciones”, precisó Maggiori sobre el uso de la app.

Para obtener más informaciòn sobre la app o descargarla, hacé click en el siguiente link: https://app.labarquita.com.ar/#home

Registro de habilitación

“En nuestro rubro hay horarios habilitados por Aduana y Prefectura”, reconoció Maggiori. “Si bien se puede trabajar las 24 horas, hay ciertos horarios que son libres de habilitación y otros que requieren habilitación adicional. No te prohíben trabajar, pero debe haber un guardia de Prefectura o Aduana. Nosotros tenemos un registro de la hora en la que se finalizó el trabajo. Día, hora y fecha. Toda la documental aduanera necesaria para el embarque, como un Permiso Rancho, una Particular o una Habilitación. Le sacás una foto que se convierte en archivo y nos llega. Esta aplicación evita discusiones y nos aporta mucho orden y más seguridad a nuestro trabajo”, aseguró el empresario.

El desarrollo del proyecto conllevó muchos meses de programación y una inversión importante. “Aunque no lo crean, se trata de una inversión millonaria. Cuesta mucho porque no se trata de crear una página web. La empresa desarrolladora tiene 20 programadores y requiere mucho desarrollo tecnológico. Los mismos clientes de Paraguay o Uruguay, como armadores fluviales de barcazas, nos pueden pedir directamente un servicio desde sus oficinas. Sin la necesidad de mails, llamados telefónicos o gente de guardia. Somos la primera empresa de todo el país en aplicar una tecnología móvil”, afirmó Maggiori.

El Puerto de Buenos Aires comenzó con un proceso de modernización a través de la implementación de una aplicación móvil que regula el tráfico de camiones. “Es la tendencia. Aquel que no se moderniza a los cambios tecnológicos, correrá el riesgo de quedar afuera del sistema. Una empresa de lanchas como la nuestra, con menos de 15 empleados, ya tiene su aplicación móvil. A esta inversión la hemos discutido mucho con mi socio Leonardo”, señaló.

“Como clientes tenemos armadores que se radican en Paraguay, pero que son empresas multinacionales. Tenemos que ir a visitarlos a Paraguay, para que conozcan nuestros servicios. En Uruguay también tenemos clientes. Y esta aplicación no nos pone fronteras, en un mundo globalizado. La aplicación en castellano puede pasarse a inglés. Y quién te dice que no nos llamen de Singapur para solicitarnos un servicio”, planteó Maggiori.

Sobre La Barquita

Ubicada estratégicamente a la vera del arroyo San Lorenzo, a la altura del kilómetro 446 del río Paraná, con muelle propio habilitado por Prefectura Naval Argentina, Vías Navegables y Aduana para la realización de operatorias nacionales y extranjeras (ranchos y particulares), La Barquita cuenta con un galpón cubierto equipado con cámaras de vigilancia para el depósito de las mercaderías, seguros sobre la mercadería de terceros, pozo de frío y estiba propia.

“Somos una empresa de lanchas. Tenemos la suerte de contar con un muelle propio habilitado, con zona primaria aduanera, puerto de cabotaje y balanza fiscal para camiones. Todo para un servicio intermedio, porque aquí no se puede arrimar ningún buque ni remolcador. Y todo ese servicio de lanchas conlleva un control aduanero. Toda esa operativa es exportación a consumo, generalmente. Y requiere las mismas habilitaciones que cualquier puerto del Cordón Industrial”, advirtió Maggiori.

En 2005, cuando La Barquita comenzó a ofrecer servicios fluviales, “la zona en donde estamos radicados era de difícil acceso. Con calles de tierra. Le alquilamos las instalaciones a un conocido del rubro y después compramos. En un principio, las lanchas que navegaban por el arroyo no querían ingresar hasta acá porque se trataba de una zona muy poblada, con muchas canoas y suciedad en el agua. Fuimos comprando lotes a las familias que habitaban. Otros también hicieron lo mismo y de a poco este lugar se fue transformando en un sector comercial”, recordó.

“Hoy estamos reducidos de espacios porque se ampliaron los servicios”, aceptó el empresario. “Tenemos desde amarraderos de barcazas, en el kilómetro 448, del lado de la isla de Entre Ríos, en el Paraná Viejo. Ahora empezamos con el desarrollo de otra isla, del lado de Santa Fe, a la altura de Timbúes, en el kilómetro 470. También desarrollamos un puerto en Pueblo Esther que aún no se encuentra habilitado y que estamos tratando de resolver porque ya teníamos todo listo para operar. Tenemos barcos aguateros, con grúa, para provisiones y lancha rápida de pasajeros. Ahora estamos manejando un barquito para retiro de slop. Balanza fiscal propia dentro del predio, habilitada por Inti y Afip. Inclusive tenemos un camión térmico, que utilizamos para buscar la mercadería de nuestros clientes”, puntualizó Maggiori sobre los servicios que ofrece La Barquita.

Según el empresario, “hacemos logística completa y cada vez las terminales portuarias nos llaman más seguido para distintos servicios. Ahora las terminales nos llaman directamente, cuando antes lo hacían las empresas de montaje. Hay un fin general de reducción de costos. Entonces las terminales se mueven un poco más en búsqueda de los mejores precios. En nuestro rubro, hace rato que no subimos las tarifas. Desde el 2014 que no tocamos la lista de precios”, indicó.