Santiago Peña admitió estar de acuerdo con el cobro de peaje en el tramo santafesino del río Paraná siempre que la tarifa sea fruto del consenso entre Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay, países que invierten en el cauce hidroviario.

El presidente de la República de Paraguay, Santiago Peña, confirmó tener una fluida sintonía con su par argentino Javier Milei, con quien dialogó extensamente el miércoles pasado en territorio bonaerense sobre la polémica en torno al cobro de peaje a embarcaciones de países sin litoral marítimo que transitan el tramo Confluencia-Santa Fe de la Hidrovía Paraná-Paraguay.

Peña admitió que navíos de bandera paraguaya deberán tributar cierta tarifa por utilizar dicha vía acuática argentina, aunque planteó al respecto que “tiene que ser una decisión multilateral”, es decir, consensuada también con Brasil, Bolivia y Uruguay, socios regionales que realizan cuantiosas erogaciones anuales para dragar y mantener navegable el cauce hidroviario.

“No estoy en contra del cobro del peaje, pero debe haber un tratamiento uniforme. Los cinco países tenemos que estar de acuerdo, porque así como Argentina hace inversiones y quiere recuperar, todos los años hacemos millones de dólares en dragado”, argumentó Peña ante la vocera gubernamental Paula Carro.

La postura del gobernante colorado no difiere mucho de la que sostuvo cuando estalló la disputa con la anterior gestión de Alberto Fernández a fines de agosto pasado.

Peña apuesta a involucrar a las otras naciones ribereñas para respaldar a Paraguay en las negociaciones con Argentina sobre el monto tributario, evitando así que Milei imponga unilateralmente una tarifa desfavorable para el sector exportador y naval.

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Funcionarios de la época fernandista revelaron que Brasil y Uruguay fungieron entonces como mediadores ante lo que consideraban una actitud un tanto intransigente del mandatario paraguayo, quien llegó a suspender provisoriamente el suministro eléctrico de la represa binacional de Yacyretá hacia suelo argentino, a la par que Buenos Aires intensificaba controles a convoyes de carga paraguayos en tránsito hidroviario.

Peña es consciente de que en este pulso de fuerzas asimétrico deberá plegarse finalmente al monto peajístico que determine Milei, con quien procura entablar la mejor relación posible.

“La reunión fue espectacular. Solamente encontramos coincidencias. Encontré un presidente con una enorme predisposición, una enorme vocación, una simpatía hacia el Paraguay”, elogió efusivamente el economista liberal.