Así lo aseveró Claudio Contreras, dirigente de la disciplina rugby del club Colón de San Lorenzo, en relación al asesinato de Fernando Báez en Villa Gesell. Dos de los rugbiers implicados en el homicidio recuperaron su libertad, aunque seguirán imputados.

Alejo Milanesi, de 20 años, y Juan Pedro Guarino, de 19, son los dos de los ochos rugbiers acusados por el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa que recuperaron su libertad por solicitud de la fiscal Verónica Zamboni al juez de garantías David Mancinelli.

A pesar de que está probado que se encontraban en Villa Gesell y junto con el resto del grupo esa noche, hasta el momento no se encontraron elementos suficientes para ubicarlos en el lugar del hecho y, por lo tanto, la fiscal entendió que debe cesar la medida de coerción personal que pesa sobre ellos.

Sin embargo, a pesar de los avances que muestra la justicia en torno a la investigación, hay otro debate que  se abre vinculado con el deporte, su formación y el rol social que debe cumplir con aquellos que lo practican.

«Hace 33 años años que estoy en esta disciplina. Esto nos cae muy mal. Tratamos de hacer todo lo mejor, pero somos conscientes de que nos falta un plus. El rugby fue mutando, cada vez hay más clubes y jugadores. El crecimiento fue muy rápido y tenemos que trabajar en otras cosas, más allá del deporte», expresó Claudio Contreras, dirigente del Club Colón de San Lorenzo.

Destacó que hay que hacer hincapié en «erradicar las conductas violentas, en todas sus formas». «Tratamos de formar personas con valores, que sean buenas personas, amigos, padres el día de mañana», agregó en diálogo con Radio Black 92.5.

Contreras aseguró que desde la Unión Argentina de Rugby (UAR) ya se identificaron algunas problemáticas y que, a partir de ello, comenzaron un programa de integración con ONGs y diversos profesionales que puedan servir de guía ante la realidad que atraviesa la sociedad hoy en día.

«Somos muy receptivos a las críticas. Escuchamos a la gente de forma permanente. El alcance de este programa es la situación de violencia en todas sus expresiones: de género, abuso, bullying, acoso, discriminación», detalló el dirigente local en relación a la iniciativa que propuso la UAR tras lo sucedido en Villa Gesell.

De todas formas, reconoció que deberán capacitarse para poder implementarlo. «No somos expertos en dicha materia pero llegó el momento de trabajar en esto. Los dirigentes tenemos que dejar de pensar en el rugby y mirar las problemáticas sociales para poder acompañar a los jugadores».

En tal sentido, se está pensando también en la implementación de un código de conducta mediante el cual se pueda suspender por varios partidos o desvincular de un club a quien tenga actitudes antideportivas. Dicho reglamento de disciplina incluye a jugadores, técnicos, hinchas, dirigentes y todo actor interviniente.

En la misma dirección, Contreras insistió en la necesidad de concentrarse en lo que los chicos hacen «cuando salen del club»: «Cuando van a una fiesta o viajan de vacaciones. Las generaciones fueron cambiando y los más grandes no nos hemos dedicado a contener a los adolescentes».

«En mi época iba la familia, hoy no ocurre eso. Sumémosle a veces el abuso de alcohol y drogas; en eso tenemos que trabajar fuertemente», concluyó el dirigente.