El gobernador anunció la reinstalación de pabellones de alto perfil destinados a líderes narcos y sicarios, buscando un riguroso control de reclusos. Paralelamente, se adoptarán medidas contundentes para abordar la crítica escasez de recursos en el sistema de seguridad de la provincia.

El gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, comunicó hoy la reintegración de pabellones de alto perfil en las cárceles provinciales de Santa Fe, destinados específicamente a líderes narcos y sicarios. El operativo para llevar a cabo esta medida se inició en la madrugada en la UP N°11 de Piñero, destacando Pullaro la importancia de fortalecer el control sobre este segmento de reclusos con el objetivo de prevenir la comisión de delitos desde el interior de las prisiones.

«En este momento se está llevando a cabo una destacada operación restituyendo los pabellones de alto perfil», afirmó el gobernador. «Los jefes narcos y sicarios volverán a ocupar estos pabellones, lo que nos permitirá tener un mayor control sobre ellos. El propósito es evitar que se cometan delitos desde las cárceles. Si un preso cometió un delito grave desde la cárcel, se comunicará con familiares y abogados a través de un blindex y estará bajo monitoreo las 24 horas».

Pullaro también anunció la reinstalación de inhibidores y la suspensión del ingreso de alimentos a las unidades penitenciarias, justificando esta medida para evitar la entrada no autorizada de alimentos a los reclusos. Asimismo, expresó su intención de debatir en la Justicia la posibilidad de proporcionar a los reclusos las cuatro comidas diarias, retomando una práctica anterior con el objetivo de reducir la dependencia de alimentos externos.

En relación a la crítica situación de recursos, el ministro de Seguridad de la provincia, Pablo Cococcioni, delineó los lineamientos para abordarla. «Vamos a retomar las investigaciones complejas, establecer un dominio estatal en los ámbitos penitenciarios y reformar la justicia para que sea más accesible a la población», señaló. Cococcioni detalló la escasez de recursos en términos de patrulleros, proponiendo medidas extremas como un bloqueo administrativo de 90 días, la clausura de oficinas administrativas policiales no funcionales y la movilización de todos los efectivos policiales a las calles.

Además, se priorizará la refacción de la flota policial para garantizar que los vehículos estén en condiciones óptimas para el desempeño de las funciones policiales. «Desde el lunes, nuestros equipos estuvieron trabajando en las Unidades Regionales II (Rosario) y I (Santa Fe), y continuaremos esta labor en toda la provincia para reconstruir una flota que actualmente se encuentra diezmada», concluyó Cococcioni.