Naida Ortiz y Lucas Díaz fueron los agentes del Comando Radioeléctrico que asistieron a Camilo, el nene de dos años de San Lorenzo que no respiraba y cuyos padres pidieron auxilio con desesperación.

Lucas Díaz y Naida Ortiz fueron los dos suboficiales del Comando Radioeléctrico de San Lorenzo que le salvaron la vida a Camilo, un nene de 2 años que no respiraba mientras sus padres pedían auxilio en Urquiza y Carugatti.

«Ingresé a la Policía porque quería ayudar a la gente. Me gusta lo que hago y le pongo todo el empeño. Lo que más nos llenó de felicidad fue haber ayudado al bebé y a su familia; haberles entregado al hijo con vida a esos papás”, manifestó Naida, quien lleva seis años en la fuerza de seguridad provincial al igual que Lucas.

“El papá se contactó con nosotros e hizo una publicación en Facebook agradeciendo lo que habíamos hecho por Camilo. Nos llena de orgullo y felicidad poder representar a la institución de esta manera. Amamos a esta profesión. Ayudar a la gente es lo más importante para nosotros”, señaló Lucas.

El miércoles por la noche vivieron momentos de angustia y tensión mientras prestaban colaboración con la familia de Camilo. “En el patrullero comprobamos que el nene no respiraba. Mi compañera intervino y le dio los primeros auxilios. Le di aviso al 911 de que íbamos hacia el hospital. Estaba morado y los padres nos pedían por favor que hiciéramos algo. Reaccionó cuando estábamos por llegar al hospital”, rememoró Lucas.

Desde Urquiza y Carugatti con destino al hospital Granaderos a Caballo, los pocos minutos de trayecto parecieron interminables. «Le realicé RCP y parecía que había reaccionado. Pero le tomé el pulso y no tenía. Le volví a hacer maniobras y ahí sí reaccionó. Dimos aviso al 911 y otros móviles nos abrieron paso para que llegáramos más rápido al hospital. La doctora que lo atendió nos dijo que ya tenía signos vitales”, contó Naida.

Para salvarle la vida a Camilo, la suboficial se apoyó en una capacitación realizada hace poco tiempo. “El mes pasado hicimos un curso de RCP en Puerto San Martín. Al principio no quería ir, pero fui igual. Me sirvió porque aprendimos a realizarles a adultos y a bebés. En ese momento de tensión recordé los ejercicios y se los pude aplicar al nene”, indicó Naida.

Como reflexión final, la mujer policía expresó: «Mi sueño es demostrarle a la sociedad que no está todo perdido, que los policías no somos todos malos ni corruptos como piensan. Hay policías buenos dentro de la institución, y hay policías que ayudan sin pedir reconocimiento a cambio. Lo hacemos porque así lo sentimos”.

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