lunes , 13 mayo 2024

Músico bermudense recorrerá el continente a bordo de una combi

Bajo el lema «Misión peregrino por América», Reynaldo Imperatrice emprenderá viaje en las próximas semanas. En un vehículo especialmente adaptado para la ocasión, unirá el sur de nuestro país con Alaska en una aventura sin plazo. «Puede faltar cualquier cosa, menos la guitarra», sostuvo entre risas.

Reynaldo Imperatrice se encuentra en las puertas de un «desafío de la vida». Así calificó el músico bermudense lo que será la «Misión peregrino por América». A bordo de una combi, especialmente adaptada para la ocasión, emprenderá viaje en las próximas semanas para unir el sur de nuestro país con Alaska.

«La vida es un viaje, aún con las tormentas que se nos vienen. Es un gran mar de cosas que te sorprenden y tenemos que estar predispuestos y en sintonía con lo que vendrá a pesar de las adversidades», explicó el protagonista en diálogo con Radio Mix 106.9.

Reynaldo tuvo desde pequeño «la locura de viajar». Y esta travesía por todo el continente era algo que «estaba enquistado». «Tarde o temprano lo tenía que hacer. Siento que este este es el mejor momento, se dieron ciertas cosas que me impulsaron. Todo se va dando según los sueñes. Es cuestión de quitarse los lentes de sol y ponerse unos buenos lentes de vida para dejar de andar cabizbajos y mirar lejos», sintetizó a través de una metáfora.

En principio la aventura comenzaría en la segunda quincena de diciembre. Sin embargo, el factor familiar podría postergar unos días los planes. Su madre de 81 años vive en la localidad cordobesa de Capilla del Monte y tiene intenciones de pasar juntos Navidad. «Ese llamado me descolocó, porque mi idea era estar viajando con destino al sur en esa fecha». También pesa en la decisión las dos hijas que tiene Reynaldo.

«Puede faltar cualquier cosa, menos la guitarra».

Así respondió, entre risas, Imperatrice al ser consultado por la planificación del viaje. «A todos los músicos nos sucede, es un elemento fundamental en la vida. La guitarra y las ganas. Hay que ir ligero por la vida, venimos sin nada al mundo y nos vamos igual. El resto te lo da el camino». También destacó la colaboración de los amigos que quisieron «ser parte del viaje» y le obsequiaron algunos elementos de utilidad. La combi cuenta con una bacha, un baño químico y una cama.

La hoja de ruta.

No hay plazos para completar la travesía. Tampoco un trazado delimitado previo a salir. «Aquellos que me conocen saben que siempre lo soñé. La idea es hacer de polo a polo. Primero vamos a bajar hasta el sur argentino por la costa, para luego subir por la zona de la Cordillera de los Andes». El resto, no hay rumbo fijo.

Reynaldo es consciente que para poder solventar los gastos que representará el viaje, deberá ir haciendo algunas escalas donde necesitará conseguir trabajos temporarios. «Es parte del proceso, se irá evaluando durante el camino. Esperemos que la música me abra muchas puertas», dijo mientras agarró con un poco más de fuerza la guitarra que llevaba consigo.

El apostar todo por un sueño también tiene sus consecuencias. «En Bermúdez voy a dejar afectos y un bagaje de cosas. Trato que cargar lo menos posible en mi mochila emocional. Inclusive, cosas que están fuera de uso y lo seguimos llevando. Lo que pesa hay que soltarlo».

Y con tono risueño, comenzó a hablar de las cosas que seguramente extrañará: «Los aromas de esta ciudad y no de los lindos (en referencia al característico olor que emana de la empresa Celulosa Argentina). Por supuesto que también sus calles, los músicos, los amigos. La infancia te marca y yo la viví en Bermúdez», concluyó ya con un dejo de nostalgia.

Sin embargo, el horizonte marcará también nuevas aventuras: «Soy de esas personas que me gusta mucho hacer nuevas amistades, es algo que me entusiasma mucho. Aún a pesar de sentir la soledad como una necesidad para encontrarse con uno mismo».

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