Comenzó a desarrollarse la audiencia preliminar del juicio contra un policía y dos empleados comunales. Detalles de una audiencia escalofriante y discutida entre las partes.

La fiscal Melisa Serena pidió 25, 12 y 6 años de cárcel para dos trabajadores de la Comuna de Puerto Gaboto y para un efectivo policial, respectivamente, imputados y en prisión preventiva por múltiples hechos de abuso sexual contra cinco sobrinas, cuatro de ellas hermanas y todas menores de edad al momento de los ataques denunciados.

En la primera parte de la audiencia preliminar al juicio, que se desarrolló este jueves en los Tribunales de San Lorenzo, la fiscal Serena le atribuyó al empleado comunal Fernando Sebastián Y. haber abusado de cuatro sobrinas menores de edad, por lo que solicitó la pena de 25 años de cárcel.

Para Alberto Gastón Y., hermano de Fernando y también empleado comunal, la fiscal Serena solicitó 12 años de prisión efectiva por haber abusado sexualmente de tres sobrinas. En tanto que al policía Gastón Maximiliano A. le achacaron tres hechos de abuso sexual simple, repasó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación.

Atormentada por mantenerse callada durante tanto tiempo, con temores propios de ocasionar una ruptura en el seno familiar y luego de haber intentado quitarse la vida en dos oportunidades, la mayor de las hermanas abusadas tuvo la valentía de denunciar a sus tíos biológicos. Actualmente tiene 21 años y según su declaración en el Área de Investigación de Violencia Sexual y Familiar (AIVSyF), los abusos sexuales ocurrieron cuando ella tenía entre 7 y 14 años.

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«Quería evitar un caos en la familia. Fue sometida a abusos desde 2007 hasta 2014 por los tíos. Actualmente esa familia está rota y dividida, y más en una comunidad tan chica como Gaboto. Estas niñas hasta dejaron de ir a la escuela por distintas expresiones en el pueblo», describió la fiscal Serena en la audiencia.

Tres de las cuatro hermanas abusadas siguen siendo menores de edad y declararon en Cámara Gesell. «Ensayaron un relato de credibilidad y no de fabulación, según informe de la psicóloga», sostuvo Serena.

«Una de las menores hizo un relato confuso, cuando la profesional la sacó del libreto», refutó José Nanni, abogado defensor de Gastón. «Una de las chicas declaró en la policía que había mentido y lo presentaremos como elemento probatorio», anticipó el penalista.

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A su turno, Walter Calenta, defensor de Fernando y del policía Maximiliano Gastón A., calificó como «endebles» a los elementos probatorios esgrimidos por Serena. «El trasfondo son problemas intrafamiliares. Y además existen innumerables contradicciones de las menores», apuntó.

Durante su exposición, el querellante Sebastián Darrichón hizo alusión a que una de las víctimas le llegó a clavar un cuchillo en la mano a Fernando, en medio de un abuso. «Según un informe médico, no se aprecia ninguna herida compatible con arma blanca en mi cliente», cuestionó Calenta.

Por último, el juez Eugenio Romanini desestimó el concepto de que se traten de delitos de alcoba, como deslizaron los defensores Nanni y Calenta. “Esto tiene que resolverse en un juicio oral y público”, aseguró el magistrado antes de dictar cuarto intermedio hasta el miércoles 1° de diciembre, día en que las partes expondrán pruebas en el marco de la audiencia preliminar al debate.

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