Se trata de un ambicioso proyecto orientado a la formación integral de los jugadores, en el que lo acompaña su representante. Se inspira, entre otros modelos, en Renato Cesarini, la cuna desde donde salió el sanlorencino.

La idea siempre estuvo en la cabeza de Walter Tamer, representante de Javier Mascherano, con quien tiene un vínculo que va mucho más allá de lo laboral. Las primeras conversaciones se situaron en Liverpool, cuando el sanlorencino jugaba en el equipo de la ciudad, y se acentuaron en Barcelona.

La Academia Javier Mascherano ya está en marcha. Fue el propio futbolista quien lo anunció al subir un video en sus redes sociales. El proyecto es ambicioso y apunta a la formación de jugadores, en los planos futbolístico y humano. También generará muchos puestos de trabajo en la zona de Lincoln, ciudad donde funcionará.

El predio, de 12 hectáreas, está ubicado sobre el kilómetro 222 de la Ruta Nacional 188. Una vez que se levante el aislamiento obligatorio, se terminará la primera etapa del proyecto: la estructura de la sede, la pensión con forma de cabaña de madera, cuatro canchas con riego automático y los vestuarios correspondientes.

La institución funcionará como un club y ya consiguió el permiso para competir en la Liga de Lincoln. Ahí tendrá un equipo en Primera División y en las categorías menores y una escuelita de fútbol.

Dos referencias tuvieron Tamer y Mascherano para diseñar su sueño: el club Renato Cesarini, de donde surgió el volante sanlorencino, y la Academia Aspire de Catar, aunque ésta última se dedica a la formación de deportistas de distintas disciplinas y recibe el apoyo del gobierno local.

«El heroísmo consiste en convertir los sueños en realidades», cierra el video que difundió Javier Mascherano en su cuenta de Twitter. Esa frase del escritor, dibujante y político español Alfonso Rodríguez Castelao (1886-1950) será el lema de la Academia Mascherano, proyecto que se centra en la formación de juveniles.