Así lo aseguró Leandro Lucente tras la audiencia imputativa contra los dos acusados de acribillar a Juan Garcilazo y Julio Galván el lunes pasado en Puerto San Martín. Ambos quedaron en prisión preventiva.

El juez Eduardo Filocco hizo lugar a la acusación del fiscal Leandro Lucente contra Diego M., de 35 años, y Axel S. (23), por los delitos de homicidio y tentativa con portación de armas de guerra, en el marco del ataque perpetrado durante la madrugada del lunes pasado en Puerto San Martín, contra Juan Garcilazo -falleció en el acto- y su cuñado Julio Galván, un dirigente de la Uocra que sobrevivió a pesar de haber recibido tres impactos de bala.

Ambos imputados quedaron en prisión de forma preventiva hasta la audiencia preliminar al juicio, según resolvió el magistrado en la audiencia celebrada en Tribunales de San Lorenzo. Entre las medidas pendientes para intentar esclarecer los motivos de la emboscada, el funcionario del Ministerio Público de la Acusación reveló que no descarta tomar declaraciones a dirigentes del gremio de la Uocra.

A las 3 de la madrugada del lunes pasado, los rosarinos Diego M. y Axel S. fueron capturados mientras corrían en las inmediaciones de calle Uruguay al 2200 de Puerto San Martín. Cerca de allí yacía el cuerpo de Juan Garcilazo, acribillado a balazos; mientras que su cuñado Julio Galván, dirigente de Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), se encontraba malherido pero logró sobrevivir al remate final. Al parecer, a uno de los dos tiradores se le trabó un casquillo en la recámara del arma y debió escapar.

Este jueves, el fiscal Lucente les atribuyó los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por uso de arma de fuego; y homicidio calificado en grado de tentativa. Según el funcionario, uno de ellos purgó en el pasado una condena por un hecho de robo calificado. «Esto no fue algo al voleo», consideró el funcionario judicial.

La defensa buscó reducir el plazo de prisión preventiva a 45 días, pedido no acogido por el tribunal, que decidió que los imputados permanezcan detenidos hasta la audiencia previa al juicio. Al momento de tomar la palabra, los rosarinos se declararon inocentes. “No conocemos a las víctimas”, se excusaron.

El ataque

Julio Galván esperaba con su cuñado Juan Garcilazo la llegada de un auto. Eran las 3 de la madrugada de este lunes y estaban frente a sus respectivas casas, una al lado de la otra, en el barrio San Sebastián de Puerto San Martín para viajar a la capital bonaerense, ya que desde hace algunos meses la seccional de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) en La Plata fue intervenida por la conducción nacional, que puso en ese lugar estratégico a Carlos Vergara, titular de la seccional Rosario. Ocurrió luego de que marchara preso el histórico sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina, acusado de lavado de dinero, entre otros delitos.