Tras las burlas racistas en partidos anteriores y la pirotecnia frente al hotel, el club brasileño se mofó en Twitter una vez clasificado. El simpatizante aludió a la alta inflación argentina.

Los cruces entre Boca y Corinthians por la Copa Libertadores 2022 estuvieron cargados de provocaciones y terminaron con los brasileños riendo últimos. Ambos clubes se enfrentaron dos veces en la etapa de grupos y dos en la serie de octavos de final. Hubo fuego, y quedaron cenizas.

En abril en San Pablo, un hincha mendocino fue llevado a una comisaría y multado por haber hecho una imitación de movimientos de un mono, considerada una ademán racista, en una tribuna del Arena Corinthians. En mayo, en el segundo encuentro entre ambos por el grupo E, simpatizantes xeneizes mostraron bananas en La Bombonera. Y en la madrugada de este martes, antes del partido de vuelta de la llave de octavos de final, hubo pirotecnia estruendosa cerca del hotel de concentración del plantel del Timón para interrumpir el descanso de los visitantes.

El hotel del Corinthians antes de enfrentar a Boca. Sacala del ángulo, Champions League.pic.twitter.com/yFeNhwmqXd

— Un Metro Adelantado (@metroadelantado) July 5, 2022

Esta vez, los gestos y las respuestas picantes estuvieron del lado brasileño. Antes del choque decisivo de este martes, un fanático corinthiano rompió un billete de mil pesos, festejado por otro simpatizante, que lo filmaba con su teléfono. La burla obedece a la crítica situación inflacionaria de la Argentina, por la que el billete de mayor denominación del país tiene bajísimo valor en comparación con monedas extranjeras. El fanático del equipo blanco destruyó el equivalente a 42 reales al cambio oficial y a 21 al paralelo. Si la comparación es con el dólar estadounidense, el billete naranja argentino vale a razón de casi 8 y casi 4, respectivamente.

Pero las cargadas no fueron solamente de hinchas a hinchas. Ni bien concluyó la serie de penales que clasificó cuartofinalista de la Copa Libertadores a Corinthians, el club se mofó de Boca en Twitter parafraseando una canción que en Brasil hizo mucho ruido durante el Mundial de 2014. “Boca, decime qué se siente // tener en casa a tu papá”, publicó la entidad paulista, en un preciso español, que hasta incluyó la tilde en la palabra “qué”, y al que acompañó con un icono de notas musicales.

El tuit encantó a mucha gente: en menos de una hora y media cosechó 20.000 republicaciones y 74.000 “me gusta”. La supuesta paternidad a la que aludió Corinthians tiene un único antecedente: la final de la Libertadores 2012 (1-1 en Buenos Aires y 2-0 en Brasil). En las otras dos series eliminatorias entre ambos se impuso Boca: octavos de final de Libertadores 1991 (3-1 en la Argentina y 1-1 en el Morumbí) y octavos de 2013 (1-0 en La Bombonera y 1-1 en el Pacaembú). En sus cuatro enfrentamientos en etapas de zonas, dos por Libertadores 2022 y dos por Copa Mercosur 2000, cada uno ganó un partido y empató dos. Una particularidad: ninguno venció en condición de visitante en choques entre sí, nunca.

Pero las cargadas tomaron un cariz más pesado cuando Corinthians atacó a un jugador en particular: Darío Benedetto. El número 9 xeneize arengó en el túnel a sus compañeros, antes de pisar la cancha, diciendo: “Allá nos trataron de perdedores. Demostrémoles a estos hijos de p… que nosotros somos ganadores”. Luego, erró dos penales: uno, durante el primer tiempo, y el otro, groseramente en la tanda definitoria, que el Timón ganó por 6 a 5, tras ocho ejecuciones de cada equipo.

GRACIAS!#DiaDeCorinthians #VaiCorinthians pic.twitter.com/Q667HjL2wn

— Corinthians (@Corinthians) July 6, 2022

En la peor noche individual de Benedetto entre sus dos ciclos en Boca, Corinthians hizo un irónico escarnio al delantero con un meme. Escribió “GRACIAS!”, así, en mayúsculas y en español, y publicó una foto trucada de carnet de socio de la hinchada “Gavioes Da Fiel” con el nombre completo del delantero y su fecha de nacimiento real, 17 de mayo de 1990.

La tradicional rivalidad argentino-brasileña, las burlas racistas, nuevas provocaciones y el creciente historial, que sumó cuatro capítulos en apenas un par de meses, alimentan una relación cada vez más espesa entre Boca y Corinthians.