El juvenil sanlorencino Nicolás Giménez estuvo citado por primera vez para un partido de primera división y se transformó en el quinto jugador del plantel canalla surgido de la competencia regional.

El club de barrio tiene una función de contención social que es insoslayable. Tiene que hacerlo, para eso se funda. Sin embargo, bajo esas mismas premisas, se convierte en formador, no sólo de personas sino también de deportistas. Por aptitudes y actitudes, la Liga Sanlorencina se ha transformado también en un semillero que permite trascender las fronteras del fútbol local.

Y parte de este testimonio es la composición del actual plantel de Rosario Central, que cuenta entre sus filas con cinco futbolistas que han pasado por instituciones y canchas del Cordón Industrial, donde comenzaron sus sueños de profesionalismo que se han convertido en realidad.

Las luces, los flashes corren detrás de Marco Ruben. El capitán y goleador de este equipo versión 2016 no cesa en su afán de inflar redes rivales desde su vuelta al equipo de Arroyito. Nacido en Fray Luis Beltrán, disputó algunas categorías menores en la Liga Sanlorencina defendiendo la camiseta de Combate antes de comenzar su periplo profesional.

El juvenil mediocampista ofensivo Franco Cervi se transformó en una de las mayores revelaciones del equipo canalla en los últimos años. Atrevido, inquieto y vertiginoso, nació en San Lorenzo y surgió de un semillero local, como lo es Remedios de Escalada. Sin embargo, llevó sus gambetas rápidamente a Rosario y hoy está a un paso de subirse al avión para jugar en el fútbol portugués.

Y siguen asomando. El bermudense Nicolás Da Campo con pasado en Villa Cassini y un futuro enorme, comienza a transformarse en el recambio natural del equipo de Eduardo Coudet, habiendo tenido inclusive su bautismo de fuego internacional cuando disputó el partido ante Palmeiras en Brasil, por Copa Libertadores.

Maximiliano González es el otro beltranense que integra el plantel profesional. Mediocampista o defensor (donde actuó este domingo ante Quilmes), de buena altura y técnica, también dio sus primeros pasos en las canchas de nuestra región.

Y hoy estuvo por primera vez sentado en el banco de suplentes, Nicolás Giménez. No tuvo minutos, pero sí su primer contacto con este nuevo mundo. Nacido un 17 de abril de 1997, a sus 19 años tuvo la posibilidad de vivir un partido de primera división a metros del césped.

Surgido también en Remedios de Escalada, el lateral sanlorencino debutó en las inferiores de AFA en el 2012 y a partir de ahí no detuvo su marcha. Campeón en el año 2013 con la 7ma. División, tuvo su debut en Reserva hace apenas un par de semanas en el choque ante Gimnasia de La Plata, antes de sentarse al lado de Eduardo Coudet, con el dorsal 33.

Pasado, presente y futuro. Rosario Central basa los cimientos de su buen andar por el fútbol argentino en jugadores consagrados y promesas de la cantera, con origen en las canchas y potreros de nuestra región.