Resta una tomografía de cráneo que no pudo hacerse por la rotura del equipo en el hospital Eva Perón. También los análisis toxicológicos. El abogado defensor de un policía contó su versión de los hechos acontecidos aquella fatídica noche.

Lejos de finalizar, a la autopsia a Maximiliano Heredia le queda pendiente una tomografía computada de cráneo, que aún no pudo realizarse por la rotura del tomógrafo del hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. También restan conocerse los resultados de los exámenes toxicológicos a los que fue sometido el cuerpo del sanlorencino de 32 años que murió el pasado 1° de julio en un hospital de Cañada de Gómez.

El abogado defensor de uno de los cuatro policías imputados aclaró que aún «se esperan los resultados toxicológicos». Y añadió que «del bolsillo de Heredia se secuestraron dos bolsas de cocaína»: «Lo que se comenta off the record es que esa noche habría ingerido estupefacientes y alcohol», sostuvo José Nanni en FM Red 105.7.

Al igual que la fiscal Serena, aunque del lado de la defensa, el letrado esbozó la versión de los hechos ocurridos aquella medianoche del 1° de julio en Brown al 2200 de San Lorenzo, que redundaron en la muerte de Heredia. «Un quiosquero solicitó la presencia policial porque Heredia se había puesto fastidioso y agresivo, solicitándole la entrega de una cerveza», manifestó.

Según el penalista, «Heredia estaba en un alto grado de exaltación cuando lo detuvieron dos policías que no son mis defendidos. Pidieron refuerzos y ahí llegó el segundo móvil, que es conducido por mi defendido. Entre tres, mientras mi defendido continuaba arriba del patrullero, lo subieron a Heredia a la camioneta», apuntó el defensor del oficial Rodrigo González.

Nanni sostuvo que «era tan grande el estado de exaltación de Heredia que entre tres policías no podían subirlo a la caja de la camioneta para llevarlo a la sede del Comando Radioeléctrico. En el trayecto vieron que empezó a cambiar el color de piel. Comenzó a ponerse azul y a tener convulsiones. Ahí desviaron el trayecto. Lo dejaron en la guardia del hospital Granaderos a Caballo y ahí terminó la participación policial».

La investigación refiere que a Heredia lo reanimaron de un paro cardiorrespiratorio en el hospital provincial de San Lorenzo. «Lo compensaron y lo estabilizaron. Y decidieron los médicos que debían internarlo en una terapia intensiva. En ambulancia lo trasladaron a Cañada de Gómez por una cuestión de disponibilidad de camas», señaló.

La fiscal Serena apuntó que Heredia llegó con vida al hospital San José de Cañada de Gómez. «Ahí terminó de descompensarse. Según la historia clínica, Heredia tuvo tres paros cardiorrespiratorios. Uno en el hospital de San Lorenzo y dos reanimaciones en la ambulancia», especificó el defensor.

El pasado sábado, cuatro efectivos policiales identificados como Rodolfo Muller, Adrián Ferreyra, Walter Acuña y el propio González fueron imputados por el delito de homicidio preterintecional en perjuicio de Heredia. El juez Eugenio Romanini les dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de 40 días, mientras que la fiscal Serena había solicitado una medida cautelar pero por dos meses.

Homicidio preterintencional

La fiscal encuadró la acusación del sábado contra los cuatro policías del Comando Radioeléctrico con el delito de homicidio preterintencional. “Es una figura del Código Procesal Penal cuando el legislador entiende que la persona acusada no tuvo intención de cometer un homicidio, como si el accionar estuviese dirigido a otra figura penal, como el delito de lesiones”, explicó el penalista.

Caso Maxi Heredia: prisión efectiva para cuatro policías investigados