Sin más stock en la planta, la distribuidora Victorio Podestá se encarga de inyectar productos refinados a la red de estaciones de la firma.

«Ya no queda más combustible refinado para distribuir en la red de estaciones de servicio», advirtió Héctor Brizuela, secretario de asuntos legales del Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburiferos (Supeh) de San Lorenzo, sobre la desesperante situación que viven los trabajadores de la refinería Oil Combustibles.

Por estos días, la distribuidora mayorista de hidrocarburos Victorio Podestá se encuentra abasteciendo a las 250 estaciones de servicio con que Oil Combustibles cuenta en la Argentina. Por fuera del concurso preventivo de la refinería que atiende el juez federal Javier Cosentino, la firma Podestá avizoró el mercado petrolero y provee combustible de Shell a las estaciones de servicio que llevan la firma de refinería sanlorencina.

Precisamente días atrás la distribuidora Victorio Podestá no había recibido la autorización judicial por parte del juez Cosentino para oficiar de nexo entre la petrolera rusa Lukoil para abastecer combustible refinado a la propia Oil.

«Si no hay una decisión política de mantener la refinería en marcha, no habrá salida», aseveró Brizuela. Mientras tanto, los trabajadores ya visibilizan el conflicto sobre la Ruta 10,  donde distribuyen volantes a los camioneros y aparecen largas filas de camiones cisterna que se ven imposibilitados de cargar combustible refinado de Oil Combustibles.

Por último, Brizuela evaluó con desconfianza el rumor que indica que la próxima semana cerraría la planta con la intervención de fuerzas de seguridad nacional. «La refinería necesita mantener ciertos parámetros de seguridad y ambientales, respetando un protocolo de funcionamiento. Hay bombas impulsoras que se encienden diariamente para evitar la contaminación de napas y del propio río Paraná. Si los tanques y cañerías quedasen vacíos, pondrían en riesgo a la población», alertó el gremialista.