Carla Dueñas es único sostén de familia. Agentes policiales no escucharon razones y le secuestraron el vehículo. La foto del llanto desconsolado de la madre se viralizó y multiplicó la solidaridad en redes sociales.
Se llama Carla Dueñas, tiene cinco hijos y es único sostén de familia. Vende pan casero en las calles de Pergamino y salió, como cada vez que necesita garantizarle un plato de comida a sus niños, a trabajar e intentar ganarse el mango. Pero la detuvieron en la esquina de Alsina y Pico.
A los agentes policiales no les interesaron las razones, ni los cinco chicos en casa, ni el esfuerzo de vender el pan casero a domicilio, ni el desafío cotidiano de ganarse la vida laburando. No la escucharon. Se quedaron con la moto y la dejaron llorando en la vereda.
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Apenas el episodio comenzó a viralizarse en las redes, la solidaridad empezó a surgir de todos lados. O mejor dicho, de tantos laburantes como Carla, que se ofrecieron a pagar la multa, comprarle pan, conseguirle una moto y ayudarla de todos los medios posibles.
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Según información del Portal Pergamino, las autoridades locales se comunicaron con ella y le dieron facilidades para que pueda seguir trabajando. «Mientras yo pueda trabajar, está genial. Le agradezco a todos los que se comunicaron conmigo. Yo si trabajo, estoy bien», expresó Carla.
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