La suba se producirá por una actualización de los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). No se descarta que las petroleras apliquen un aumento adicional, lo que impactaría todavía más en el precio al pie de los surtidores.

Este viernes vuelve a subir el precio de los combustibles. Esta vez el golpe al bolsillo lo da la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), el cual ya había sido anticipado en el decreto 107/24 publicado el 1º de febrero. Este ajusto de la carga impositiva se trasladaría al consumidor final con un incremento de, aproximadamente, 3,5% en el precio de la nafta y 2,5% en el caso del gasoil.

Desde el 2021, en la gestión de Alberto Fernández, el Impuesto a los Combustibles estuvo congelado, prorrogándose hasta hasta enero del 2024. El gobierno de Javier Milei publicó en el Boletín Oficial el decreto 107, que fijó un calendario de actualización de la carga impositiva sobre la nafta y el gasoil.

La idea del gobierno es ir aumentando progresivamente el gravamen que había quedado planchado durante los años de la gestión anterior, e ir actualizándolo al inicio de cada mes. Esto redunda en un aumento más para la ciudadanía.

Frente a esta situación, el presidente de la Federación de Expendedores de Naftas del Interior (Faeni), Alberto Boz, dijo que lo que se sabe hasta ahora es que, «con el decreto publicado en febrero, se volvió a actualizar el impuesto a los combustibles, que llevaba desde el cuarto trimestre del 2021 atrasado», y detalló: «En el mes de febrero, se actualizó el último trimestre del 2021 y todo el año 2022».

En declaraciones al programa «El primero de la mañana», de LT8, señaló: «Ese mismo decreto ya estableció aumentos para el 1 de marzo, 1º de abril y 1º de mayo. En marzo se ajusta el primer semestre del 2023, en abril de julio a septiembre del 2023 y en mayo de septiembre a diciembre del año pasado».

Asimismo, explicó que la actualización de la carga impositiva en el combustible se vería reflejado en un aumento para el consumidor final. En número estimativos, Boz sostuvo que la suba sería de un «3,5% para la nafta y 2,5% en el caso del gasoil».

Si se habla en pesos, el descongelamiento de este impuesto implica de una suba de $30 para el litro de nafta y $20 para el litro del gasoil, aproximadamente. Tampoco se descarta que las petroleras realicen un aumento adicional, lo que impactaría todavía más en el precio que se consigue en los surtidores.

Boz se refirió también a los cambios en el consumo que hubo frente al aumento de los combustibles. «Lógicamente, hay una migraciones de los combustibles premium a los regulares. Se vende mucho más las regulares, que la premium», aseguró, y agregó: «A menor medida, muchos usuarios también se cambian al gasoil».

«Hay una retracción importante de la demanda, la actividad económica todavía no despega, y la cosecha no ha empezado», dijo Boz y aseguró: «Hemos tenido una caída de entre el 20 y el 25% del consumo».

Sobre la gran suba de los precios de la nafta, Boz afirmó: «Es lo que más aumentado en el último tiempo, pero lo que más retrasado venía dentro de todos los aumentos, por eso impacta y tanto». «Hoy se mejoró un poco, pero nos está pegando un poco por la caída de la demanda», cerró.