Es la pregunta del millón que se formulan sindicalistas, trabajadores y vecinos en general, tras la reunión de autoridades regionales de la fuerza nacional con el gerente de planta Ricardo Verderone.

Autoridades regionales de Gendarmería Nacional se entrevistaron con el gerente de planta Ricardo Verderone, en una reunión celebrada este miércoles al mediodía en las propias instalaciones de la refinería sanlorencina Oil Combustibles. ¿Se instalarán definitivamente las tropas de seguridad nacional en la empresa procesadora de crudos? Es la pregunta del millón que se formulan sindicalistas, trabajadores y vecinos en general.

«Suponemos que serán los procedimientos de recorridas», especuló el gremialista Héctor Brizuela. «Ahora los trabajadores haremos hincapié para que se cumpla con los lineamientos de seguridad. Estamos viendo que hay prefectos y gendarmes armados en donde ni siquiera puede usarse un celular. Que desconocen los toques de sirenas ante una emergencia. Y que antes que aportar una solución podrían incrementar el problema. Sería una medida para resguardar los activos de la empresa. Siempre tomando las precauciones del caso porque sino podría ser peor el remedio que la enfermedad», advirtió.

Por lo pronto, los gremios que defienden los intereses de los trabajadores petroleros no recibieron notificación alguna del juzgado comercial que encabeza Javier Cosentino -que entiende en el concurso preventivo de la empresa- sobre las razones de la presencia de fuerzas de seguridad nacional en la refinería y en la planta fluvial de Oil Combustibles. «Es lo que nos manifestó el gerente», señaló Brizuela acerca de la versión de que el magistrado habría mandado a Gendarmería y Prefectura a las instalaciones de la compañía.

Consultado acerca si la refinería necesita reforzar la seguridad en el contexto de paralización productiva, Brizuela sostuvo que «la parada de planta constituye un severo impacto ambiental. Y el silencio en los motores de producción, además de que varios trabajadores tomaron licencias que se les adeudaba y que hay poco personal en la planta, puede favorecer a la intromisión de personas no autorizadas, que se pueden meter en áreas de suma peligrosidad ignorando los riesgos. Pueden poner en peligro la seguridad propia, de los trabajadores, de las instalaciones de la planta y de los vecinos», completó el sindicalista.