Gustavo Cardillo, dirigente del Partido Justicialista en San Lorenzo, concedió una extensa entrevista en la que abordó, entre otros temas de agenda social y política, la problemática de la inseguridad. Cuestionó al gobernador Perotti y enfatizó: “No tenemos que esperar desgracias para después reclamar seguridad”.

Gustavo Cardillo, dirigente del PJ en San Lorenzo, propone la conformación de “una mesa de diálogo entre todos los sectores políticos de la ciudad”, para abordar “cuatro o cinco ejes” de debate sobre temas que atraviesan la cotidianeidad de los sanlorencinos. Entre ellos, la seguridad.

“Hay cuestiones de seguridad que a todos nos atraviesan. Seamos de un partido político o del otro. Ahí la dirigencia tiene que ponerse a disposición, para cuestionarlo y plantearle las necesidades al gobernador (Omar Perotti), que es quien tiene que responder en primera instancia sobre políticas de seguridad”, planteó Cardillo.

«La ola delictiva va y viene y parecería que nadie hiciera algo. Aquí la dirigencia tendría que trabajar como un cuerpo colegiado, en conjunto. Y todos los sectores deberían plantearle al gobernador que la seguridad en San Lorenzo es prioritaria. No tenemos que esperar desgracias para después reclamar seguridad», fustigó.

Según señaló Cardillo, «la ciudad y la provincia tienen recursos para abastecer a San Lorenzo de mejores herramientas para la seguridad. No puede ser que San Lorenzo no tenga agentes para garantizar los patrullajes por los barrios. Los operativos de saturación suelen disuadir al delincuente y entiendo que el gobernador Perotti tiene que atender las necesidades de todas las localidades. Aunque en la ciudad vivimos 60 mil personas, el flujo de vehículos de las empresas y de camiones que circulan por la región, produce un movimiento de entre 100 mil y 150 mil personas diarias. No hay móviles policiales que garanticen esa seguridad», advirtió.

En tiempos de cosecha gruesa, el secretario de Organización del PJ en San Lorenzo consideró que «la gobernación y la presidencia tienen que tomar cartas en el asunto y disponer en función de las necesidades del Cordón Industrial. No olvidemos que de aquí sale mucho dinero por las exportaciones y queremos que se inviertan en recursos para garantizar la seguridad de los sanlorencinos y de los habitantes de la región».

«Si se trata de marcar agenda al intendente (Leonardo) Raimundo, entonces el intendente tendrá que abrir mas diálogo y convocar a referentes de otros partidos políticos para analizar en conjunto qué se puede hacer. Por ahí pasa la adultez de la dirigencia política. Acá tenemos un cúmulo entre movimiento económico, exportaciones e índice delictivo. Tampoco podemos tirarle toda la responsabilidad al jefe policial, que no tiene recursos. La inseguridad no se soluciona con más policías en la calle, pero es el primer elemento para empezar a contenerla», opinó el dirigente del peronismo local.

Cardillo entiende que la problemática de la inseguridad proviene, entre otros aspectos, de la falta de empleo genuino, y educación: «No puede ser que en San Lorenzo, con el volumen del presupuesto y con las divisas que tiene la provincia, haya barrios con asentamientos precarios. Con vecinos a los que se les entregan bolsones y subsidios. Parece que el gobernador apunta solamente hacia Rosario con la generación de empleo genuino. El Cordón Industrial también existe, al igual que el resto de la provincia. Entonces el gobernador debería abogar por estos problemas».

«Las arcas provinciales se nutren mucho de la recaudación de San Lorenzo, Timbúes y Puerto San Martín. Y los intendentes hacen hasta donde les corresponde en materia de seguridad. Creo que los intendentes de la región están predispuestos a ayudar al gobernador», añadió.

Insistió Cardillo en que «la agenda en común en San Lorenzo debería basarse en cuatro o cinco ejes centrales: seguridad, educación, generación de empleo y acción social. Todos los partidos políticos deberíamos perseguir el mismo objetivo. Cada cual lo planteará según su idiosincrasia. Deberíamos tener la adultez y plantear cuatro o cinco ejes de manera uniforme. Y poder trabajar en conjunto. San Lorenzo no es una ciudad igualitaria. Una realidad es lo que se vive en el centro y otra muy distinta en los barrios. No es cuestión de «emparchar» entregando bolsones de alimentos. El proyecto tiene que ser mucho más integrador, atravesado por todos los partidos políticos. En la última campaña todos hablaron del tema con distintas propuestas. El intendente podría llamar a una mesa de diálogo en estos cuatro o cinco temas».

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Perotti versus Traferri

Cardillo deslizó que las disputas entre el gobernador Perotti y el senador Armando Traferri «pudieron haber influido» en el envío de recursos provinciales al departamento San Lorenzo en cuestiones de seguridad y salud. «Pero si influyó fue por mezquindad», aclaró. «Porque nada tiene que ver la pelea los dirigentes con la realidad de la sociedad. Si eso afectó, fue muy mezquino de parte de quién haya sido. La pandemia nos atravesó y nos golpeó a todos muy duro. Y si alguien especuló políticamente con enviar o no recursos al departamento San Lorenzo por una pelea política, me parece de una bajeza y una mezquindad política impresionante», aseveró.

«Habría que preguntarle al gobernador si la pelea con el senador Traferri influyó en el envío de insumos para la vacunación, de funcionarios y de programas para la ciudad y el departamento», prosiguió Cardillo. «Hace tiempo que no veo al gobernador recorriendo los sectores. Viene, se saca una foto y se va. Pocas veces enfrenta y se inmiscuye en las realidades de la región. Y si bien vinieron funcionarios de segunda o tercera línea, trasladaron los problemas que siguen sin solucionarse», lamentó.

«Las peleas políticas de los macro dirigentes no nos tiene que afectar a los ciudadanos. Si nos afecta, hay un problema de ética política y de conducción. Y creo que la conducción política se puede medir en éxitos electorales, pero también se tiene que medir en acciones y en la grandeza de los dirigentes. La conducción política tiene que ser un elemento de transformación; no un arreo de ovejas de un lado para el otro. La imposición de candidatos tampoco tiene que ser un método de extorsión. La democracia avanza, crece y madura. Pero en medio de eso, la libre elección de los dirigentes de apoyar a tal o cual candidato, tiene que darse con eso. Si hay presiones estaríamos volviendo a la vieja política. Fíjense las palabras del ex ministro Agustín Rossi cuando hablaba sobre la interna con Perotti. Y lo comparaba con algunos dirigentes a nivel nacional que vienen a trabajar sobre la antipolítica. Ahí también está el problema central. La política transforma a las ciudades, a los medios y a las condiciones de vida. Y ese vaciamiento ideológico no tiene nada que ver con el peronismo. Porque el peronismo se forjó sobre ciertos ideales, como también lo hizo el radicalismo», abundó.

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El presente del peronismo local

Con más de 35 años de militancia en el peronismo, Cardillo sostuvo que «a las peleas hay que discutirlas puertas adentro; no en un mundillo mediático para que todos se diviertan. Ahí sí se construye. Aunque es cierto que están los líderes y caudillos que no permiten el crecimiento de la nueva dirigencia. Y eso afecta con la forma de entender los proyectos de ciudad y los proyectos colectivos. Si mirás la renovación política, fíjate las edades de los dirigentes. Hay una generación en el medio que falta. Y no es por los compañeros que desaparecieron en la década del 70. Hay una franja etaria de dirigentes que falta porque no les permitieron el crecimiento. Podés encontrar una brecha entre dirigentes de veintipico o treinta años y dirigentes de más de sesenta años. ¿Por qué no surgieron? Parece raro que en una ciudad de 60 mil habitantes, hayan surgido seis militantes con proyección a dirigentes. Somos una región con profesionales y militantes de muchos años, con una estrecha cercanía a las universidades. El Instituto Patria nos ofrece muchas herramientas de formación a los militantes del PJ. Sin embargo, no han surgido porque no le han dado herramientas para el crecimiento. Se trata de la construcción de dirigentes sociales, que traspasen las instancias electorales».

Desde diciembre pasado, el mapa del Concejo Municipal de San Lorenzo quedó conformado por los concejales oficialistas Hernán Ore, Luciana Resquín, Gustavo Oggero, Giovana Arduino y Damián Perassi; y los opositores Martín Cerdera, Esteban Aricó y Marcelo Remondino.

«Si bien los concejales del justicialismo están trabajando en conjunto, cada uno lo hace con sus matices. No en un solo bloque. Remondino no fue por el PJ sino por un partido provincial, aunque igual es afín al peronismo. Son tres visiones en un mismo espacio. Por eso insisto que a los debates hay que hacerlos puertas adentro. El año que viene habrá internas en el PJ. En esas internas se ven los matices. Ahí se va a hacer el debate y la unión y el debate. Y de ahí saldrán los candidatos del PJ», expresó.

«En las elecciones de 2019 también hubo internas y se conformó una lista de unidad de distintos sectores del PJ. En el secretariado del Partido Justicialista también hay diferentes sectores. Charlamos, debatimos y nos pusimos de acuerdo para conformar el Consejo de Unidad Básica. Siempre trabajamos por la unidad. Puede haber dirigentes para que esa unidad sea ficticia. Habría que preguntarles por qué a esos dirigentes», insinuó Cardillo.

Por último, el dirigente justicialista aseguró que «la gente está muy informada de todos los temas». Y amplió: «Los vecinos del centro y de los barrios tienen ideas muy acabadas, hasta a veces muy fina de lo que está pasando. Y de lo que quieren. San Lorenzo es una ciudad muy politizada. Y cuando llega la hora de marcar la cruz y emitir el voto, la gente sabe lo que quiere. Quiere empleo genuino, seguridad, educación… Quiere que los docentes ganen mejor y haya mejores instalaciones. La gente no quiere lo que sucede en la escuela de barrio Bouchard. Por eso reitero que tiene que haber un proyecto integral con todos los actores. Un vecino de barrio Las Quintas reclamaba por qué tenían baja presión de agua potable y cuestionaba con justa razón. Es muy buena la presencia de los inspectores de tránsito en el centro, pero en los barrios también ocurren accidentes de tránsito y no están los controles», concluyó.

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