jueves , 25 abril 2024
Foto: Télam

Violador serial se declaró culpable y lo condenaron a 20 años

Se trata de Pablo Barreto, violador serial de 24 años detenido en julio de este año después de ser reconocido por sus víctimas. Fue condenado en un juicio abreviado en Rosario por 8 hechos de abuso sexual.

Pablo Nicolás Barreto, el violador serial de 24 años detenido en julio de este año en Rosario, se declaró culpable y fue condenado 20 años de prisión efectiva este viernes en un juicio abreviado. En total, la Fiscalía había acumulado ocho acusaciones de robo, abusos sexuales y exhibiciones obscenas gracias al testimonio de ocho mujeres que lo denunciaron, lo reconocieron y declararon en su contra. Este viernes ellas llegaron al Centro de Justicia Penal y escucharon a Barreto decir sólo tres palabras: “Sí, soy culpable”.

Como en otros casos de violadores seriales, la forma de accionar de Barreto fue siempre la misma. Visitaba comercios en busca de mujeres jóvenes que atendieran y se aseguraba que no hubiera cámaras. Las visitaba en el horario de apertura o cierre del local y les ofrecía un servicio de seguridad o alarma. Algunas veces les consultaba por algún producto. Después volvía al local y las amenazaba con un arma. Las llevaba a un baño u otra habitación, las ataba con precintos plásticos negros de distintos tamaños en el cuello, las muñecas y los tobillos, y después intentaba abusar de ellas. A veces lo lograba y en otras ellas lograron escapar.

Quién es

Pablo Nicolás Barreto y su hermano Sergio Ignacio trabajaban como repartidores en una pizzería en Zeballos al 2000. Usaban una moto que estaba a nombre de su hermana. Pablo Barreto tenía permiso de manejarla. La patente coincidía con la que había denunciado una de las madres de las víctimas. Quienes investigan cruzaron el dato con las imágenes captadas por un domo municipal en uno de los ataques denunciados. Con esa información, en julio la fiscal Alejandra Raigal ordenó la detención de los hermanos Barreto y el allanamiento de dos viviendas, una en Ocampo al 400 y otra en Moreno al 3700. Allí encontraron la moto, ropa que coincidió con la que describieron las víctimas, y dos juguetes de Toy Story que habían sido robados en unos de los ataques.

“En los allanamientos encontramos la moto, el casco, una caja blanca para trasladar comida que fue descrita de forma idéntica en todos los casos. También hallaron vestimenta usada por el agresor, zapatillas, una campera y un jogging que habían mencionado las víctimas. A su vez, había dos cajas de juguetes con el precio”, mencionó la fiscal y destacó que encontraron precintos que el agresor habría usado para atacar a las víctimas.

La imagen que fue clave

Los hermanos Barreto fueron detenidos después de que las víctimas ayudaran en la confección de un fotofit que fue distribuido en medios de comunicación y reparticiones estatales en julio de este año. El 18 de ese mes se hizo una rueda de reconocimiento en la que al menos cinco mujeres reconocieron a Pablo Barreto como el atacante. Una cicatriz muy grande que atraviesa la mejilla izquierda fue la clave que permitió identificarlo aun cuando él se había dejado crecer la barba. “Cuando pasó lo que pasó vi solo una parte de la cicatriz, pero era muy grande. Le cubre toda la cara, desde la boca hasta entre la ceja y la oreja. No tengo dudas que es esa persona”, dijo una de las víctimas.

 

Los hechos según la Fiscalía

El 9 de enero a las 11, Barreto entró a un local de Buenos Aires al 3400 y después de amenazar a la vendedora la encerró en otro ambiente del local. Le ató las manos y quiso violarla, pero no lo logró. Se escapó con dinero en efectivo que le había robado. La fiscal lo imputó por robo simple y privación ilegítima de la libertad agravada por amenazas.

El 15 de abril a las 13 entró a un local de Rodríguez al 1200 y tras amenazar a otra vendedora, al igual que la primera vez, la llevó a otro ambiente del local, la maniató e intentó violarla. Ella resistió y él se fugó llevándose también dinero en efectivo. Le imputaron abuso sexual en grado de tentativa, robo calificado y privación ilegítima de la libertad.

El 14 de mayo a las 13.15, en pasaje Blanque y Mitre, interceptó a una mujer cuando descendía de su vehículo. La amenazó con un arma de fuego y la violó dentro de su auto. Además le robó la billetera y se fugó. Lo imputaron por abuso sexual con acceso carnal y robo calificado.

El 20 de mayo, a las 19, entró a un local de Sarmiento al 4300 con la excusa de consultar por mercadería. Llevó a la víctima hacia otro ambiente del local, la maniató, y la violó. Como en los otros casos le robó y después de escapó. Le imputaron abuso sexual con acceso carnal, robo simple y privación ilegítima de la libertad agravada por amenazas.

El 24 de junio, a las 19.30, entró a un comercio de Uruguay al 1100 con la excusa de consultar por elementos o mercadería, para luego, mediante amenazas, exigir dinero en efectivo y fugarse. Le imputaron robo.

El 26 de junio, ingresó a un local de Londres al 3300 y exhibió un arma de fuego. Ejerciendo violencia hacia la víctima, tomó de dinero en efectivo. Lo imputaron por robo calificado por el uso de arma no encontrada.

El 27 de junio, a las 12, entró a un comercio de San Nicolás al 300 con intenciones de robo. Obligó a la vendedora a ir hacia otro ambiente del local, la ató y abusó sexualmente de ella. Además le sustrajo dinero en efectivo y se fugó. Lo imputaron por abuso sexual simple y exhibiciones obscenas, y robo calificado con arma de fuego no hallada.

Por último, el 10 de julio, a las 9.30, entró a un local de España al 3800 y simulando que tenía un arma de fuego le exigió a la víctima dinero en efectivo y productos, dándose a la fuga. Lo imputaron por robo calificado por el uso de arma de fuego no hallada.

Fuente: El Ciudadano

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