El beltranense Marco Rubén dijo adiós al fútbol convirtiendo un gol, en una noche repleta de emociones y lágrimas para el pueblo de Central.

El sueño de cualquier pibe sería debutar en primera, pero hubo uno que fue más allá de solo debutar y salir campeón. Marco Ruben, dueño de una personalidad muy singular y un empuje de líder positivo, sabrá quedarse en el corazón del público y ser la estrella del club sus amores por siempre.

El beltranense supo pisar el campo de Combate de San Lorenzo en sus épocas de juvenil, a los 16 años, cuando ya se destacaba por encima del resto por allá en el 2002, llamando la atención de representantes para sacarlo del país.

🇺🇦🏟️ ¡Hoy vinimos a ver a Marco…!

🤩👏🏽 ¡Gracias goleador, te amamos! pic.twitter.com/XVXVOvrZQM

— Rosario Central (@RosarioCentral) May 7, 2022

En algún momento, durante su carrera en Combate, Marco podría haber llegado a jugar en Libertad de Paraguay, pero un llamado de la madre a un profe de la institución lo hizo cambiar de idea para que fuera a probarse a Central.

El vestuario de Arroyito va a extrañar al 9 que supo debutar con la camiseta auriazul un 25 de agosto del 2004 ante Quilmes, marcando su primer gol en primera ante Racing en el Torneo Apertura 2005 y ganándole el puesto de centrodelantero al casildense Emanuel Villa.

En su primera etapa en Central tuvo un excelente desempeño con 89 partidos jugados y 23 goles convertidos entre el torneo local, Copa Sudamericana y Libertadores. Las buenas actuaciones en el club auriazul le valieron a Ruben ser ojeado por River, que desembolsó 8 millones de dólares para llevárselo junto al defensor Cristian Villagra y al arquero Juan Marcelo Ojeda: jugó 28 partidos y marcó 7 tantos.

Marco supo vestir, en su extensa carrera, la camiseta del Recreativo de Huelva y Villarreal en España entre el 2007 y 2012, el Dinamo de Kiev en 2013 y el Evian de Francia en 2014.

En 2015 se iría cedido al Tigres de México, donde jugó un total de 9 partidos. Otra camiseta que vistió fue la de Atlético Paranaense de Brasil, equipo con que salió campeón de la Copa de Brasil y Copa League-Sudamericana en el 2019.

Pero sin dudas la camiseta que mejor le calzó en toda su carrera fue la de Rosario Central. Su mejor versión la mostró con el regreso de 2015: marcó 24 goles en 35 partidos y al año siguiente fue goleador de la Copa Libertadores.

Además ganó la Copa Argentina en Mendoza en 2018, en aquella victoria por penales por 4-1 a Gimnasia y Esgrima La Plata tras empatar 1-1. En esa competenca fue uno de los delanteros titulares en la mayoría de los partidos disputados junto al Patón Bauza como DT. Marco quedó como el máximo goleador e ídolo del club de Arroyito.

Con sus más de 170 goles en todos sus años de carrera, Marco supo pasar récords como los del Torito Waldino Aguirre (98 goles) y alejándose de otros jugadores como Mario Alberto Kempes y el Patón Bauza dentro de la institución canalla.

Ruben queda en la historia del club con sus 105 tantos siendo el máximo goleador, “Es lo más grande que me pudo haber pasado en mi carrera”, afirmó el delantero cuando llegó a los 99 tantos en el empate ante River en el 2021.

El oriundo de Beltrán también supo vestir la camiseta albiceleste en la selección mayor. Fue el 5 de junio de 2011 en un partido contra Polonia en el que Argentina presentó un equipo alternativo. En aquella derrota por 2 a 1 anotó el gol del descuento tras una volea de media vuelta.

Ruben había renovado su contrato por un año a fines de diciembre pasado, pero dejó en claro que a los seis meses se iba a tomar la licencia de analizar su presente y futuro. Así decidió decir adiós el pasado miércoles, con su último partido en su propia casa ante Estudiantes de la Plata.

«Volví por un sueño, una ilusión de conquistar algo grandísimo con la camiseta de Central. Increíblemente se dio, algo que era muy difícil, ya cumplí ese objetivo gigante y necesito vivir, disfrutar otras cosas de la vida, el fútbol para mí es mucho pero no lo es todo, hay muchas cosas que quiero recuperar y necesito reencontrarme con ellas, con mis hijos por ejemplo», manifestó.

No sabe qué será del futuro, si seguirá vinculado al mundo del futbol o se tomará un respiro. Cuando fue consultado sobre si será director técnico, Marco contestó: «Cómo técnico no me veo, no es mi perfil, pero en otra situación puede ser, eso nadie lo sabe, van a ir surgiendo emprendimientos, me gusta trabajar con chicos, enseñarles técnicas. Si es algo que puede sumar al club, iré viendo qué depara mi futuro».

Jugó su último partido cargado de emociones, el mismo día del aniversario de la muerte de su abuelo Fermín Rodríguez. Sin dudas fue una de las personas, junto a su madre, que más lo apoyó a lo largo de toda su carrera como futbolista. Como un pilar fundamental en su vida, la muerte de Don Fermín destrozó a Marco, al punto de pensar abandonar su carrera en 2017.

La insistencia tuvo su recompensa, seguramente con su página más gloriosa escrita en Central. El vestuario va a extrañar al 9 y el hincha canalla verlo jugar. Ruben cierra una etapa de su vida que sin dudas quedará junto a los grandes nombres que han pasado por la institución de Arroyito.

Marco Ruben: el llamado de mamá a un profe y la decisión que pudo cambiar la historia