En la casa de la anciana de Capitán Bermúdez hallaron dos charcos de sangre. El cuerpo fue arrastrado y rotado. Declaró el médico forense que realizó la autopsia.

Este viernes a las 9 se celebrarán los alegatos de cierre en el juicio seguido a Juan Ramón “Chivita” Saucedo y Daniel Ezequiel “Cogote” Verón, los dos vendedores ambulantes que enfrentan una pena de prisión perpetua por el asesinato de Elvira Danelón en su casa de Capitán Bermúdez, adonde presuntamente habían ingresado con fines de robo.

En la última audiencia prestó declaración Lucas Kuverling, médico forense del Instituto Médico Legal que estuvo a cargo de la autopsia a Doña Elvira, realizada el 3 de noviembre de 2019.

Según precisó el forense en el juicio, el fallecimiento de la anciana de 83 años se produjo el sábado 2 de noviembre cerca de las 18.30 horas. “Cayó de rostro, fue arrastrada y dada vuelta. Murió por traumatismo de cráneo facial grave”, apuntó Kuverling.

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Cuando la hallaron al día siguiente, el cuerpo de Doña Elvira presentaba “la nariz deformada por un traumatismo, desviada hacia la izquierda. También tenía múltiples fracturas en el rostro, incluyendo los huesos de la nariz; corte en el labio y destrucción parcial de un diente incisivo inferior”, especificó el médico que llevó adelante la autopsia.

La acusación del fiscal Juan Ledesma refiere que en la casa de calle Roberto Ferrari 266, los investigadores hallaron en el interior “dos círculos de sangre y rastros de arrastre del cuerpo” de Doña Elvira.

El cuerpo de la anciana de Bermúdez presentaba “sangre seca en rostro, brazo derecho y hombro izquierdo”, indicó Kuverling. El informe de la autopsia refiere que además de lesiones y contusiones en el cráneo, Doña Elvira tenía “hematomas en los músculos del cuello por sujeción”.

Irene Grappiolo, a cargo de los análisis genéticos de ADN, declaró que se tomaron muestras en el lugar del crimen y también en el calzado secuestrado de uno de los acusados, que presentaba rastros de sangre en la suela. “El perfil (de sangre) obtenido de esa zapatilla pertenece a la víctima”, sostuvo la también facultativa del Instituto Médico Legal.

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La trabajadora social Julieta Taraborrelli fue testigo ofrecido por la defensa de los acusados, a cargo de Franco Fosco. La profesional entrevistó a los dos detenidos en la cárcel de Piñero y a la madre de Chivita Saucedo en una precaria vivienda de barrio Copello.

Contó que Saucedo abandonó la escolaridad en quinto grado, cuando su padre murió arrollado por un tren y tuvo que empezar a cirujear con su madre Ana María.

Asimismo señaló que Cogote Verón está en situación de calle desde el año 96, cuando murió su madre. Es analfabeto y ni siquiera tiene DNI. En ese contexto de exclusión del sistema trabajó como albañil y vendedor ambulante.

Los jueces Ignacio Vacca, Álvaro Campos y Marisol Usandizaga escucharán este viernes los alegatos de cierre del juicio contra Verón y Saucedo por el crimen de Elvira Danelón en Capitán Bermúdez.

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